jueves, 21 de julio de 2011

"EL ARTE DE EDUCAR"

"Buceando" por varios blogs y páginas web encontré este libro y un fragmento del mismo (una especie de "decálogo" del mestr@), que me pareció muy interesante para compartir con tod@s vosotros: profes, familias, etc.
"El arte de educar" ("Teacher Therapy") de Karen Katafiasz.
Aquí os dejo algunos de los puntos:

  1. Dedicar tu vida a hacer lo que es realmente importante es una gran satisfacción, y enseñar lo es.
  2. Recuerda a aquellos profesores que influyeron en tu vida positivamente. ¿Qué hicieron? ¿Cómo se las arreglaban para proporcionarte lo que necesitabas Sigue su ejemplo.
  3. Sé consciente de que no sólo estás enseñando una asignatura. Estás abriendo mentes y corazones, estás modelando vidas.
  4. Entusiásmate por tus alumnos, por aprender y por vivir, y transmíteles ese entusiasmo. Tanto ellos como tú os enriqueceréis enormemente.
  5. Apasiónate por lo que enseñas. El entusiasmo es contagioso.
  6. Escucha y respeta los sueños de tus alumnos. Y anímalos a alcanzar otros todavía mayores.
  7. Los niños necesitan unas pautas de comportamiento, unas reglas adecuadas que les ayuden a aprender y madurar. Proporciona a tus alumnos normas firmes, justas y coherentes.
  8. Actúa con generosidad, justicia e integridad. Así les enseñarás estos valores sin esfuerzo.
  9. Organiza bien tu tiempo y serás más eficaz cada día. Si te llevas trabajo a casa, sé consciente de que tendrás que realizarlo. Pero también necesitas tiempo libre para descansar y evitar el estrés.
  10. Si pides a tus alumnos que sean responsables, tú también debes ser responsable con ellos. Cumple tus compromisos; mantén tus promesas.
  11. La enseñanza exige mucha dedicación. Procura cuidarte físicamente. Toma alimentos sanos, haz ejercicio, descansa lo suficiente.
  12. Los alumnos necesitan un ambiente acogedor donde puedan sentirse seguros y respetados. Haz de tu aula este lugar.
  13. Gozas de gran crédito entre tus alumnos; de ti depende que los niños disfruten o desaprovechen la clase. Usa tu influencia de manera positiva.
  14. Enseña a tus alumnos que cometer errores no es tan grave. Los errores no tienen por qué avergonzarnos, más bien nos brinda la posibilidad de aprender a hacer las cosas mejor.
  15. Piensa que en el corazón y en la mente de tus alumnos pueden existir tensiones: situaciones familiares difíciles, cambio de amistades, incertidumbres, dudas y temores.
  16. Cada día tienes la oportunidad de ofrecer un mundo a tus alumnos; de brindarles conocimientos y experiencias capaces de cambiar sus vidas. Aprovecha estas posibilidades.
  17. Ayuda a tus alumnos a descubrir sus dotes personales, a realizarse, a superarse. La satisfacción del éxito conseguido les proporcionará la autoestima que necesitan.
  18. La escuela puede ser un lugar donde los alumnos descubran sus propias capacidades y valores y contrarrestren las malas influencias de otros ambientes. Dales esta oportunidad.
  19. Continúa tu formación. Sigue aprendiendo; desarrolla tus intereses. Vivirás más intensamente y te proporcionará nuevas perspectivas que compartir con tus alumnos.
  20. No olvides que tus alumnos están todavía aprendiendo y desarrollándose. Ten paciencia con esas mentes y espíritus en crecimiento.
  21. El humor puede ser un excelente instrumento didáctico. Utilízalo con cuidado y prudencia, nunca para humillar.
  22. Vigila tu estado de ánimo. Ten en cuenta tus propias necesidades y problemas, de forma que no sean tus alumnos quienes paguen las consecuencias.
  23. Apóyate en tus colegas, busca en ellos ayuda, comprensión, consejo y diversión. Pueden ser fuente de sabiduría y energía.
  24. Procura sentirte bien contigo mismo; convéncete de tu propia valía. Los demás tendrán un buen concepto de ti si tú mismo lo tienes.
  25. Si te sientes seguro, podrás ayudar a los niños a sentirse seguros; si te encuentras a gusto, podrás tranquilizarlos en sus temores. Cuidarte a ti mismo revertirá a favor de tus alumnos.
  26. Ten en cuenta lo difícil que es ser niño; la fragilidad y vulnerabilidad que padecen en su mundo cuyas normas ignoran todavía, en un mundo donde se sienten inseguros, aunque no lo demuestren. Tú pùedes ser su guía en ese mundo.
  27. En los días difíciles, cuando la moral está por los suelos, recuerda los motivos que te impulsaron a ser profesor. Recuerda las veces en las que estabas completamente convencido de que esa era tu vocación.
  28. Ten en cuenta que tus alumnos tienen capacidades diferentes. Utiliza varias técnicas de aprendizaje para desarrollar las distintas aptitudes: verbal, lógica, visual, corporal, musical, interpersonal, personal.
  29. Infunde confianza a tus alumnos; que se den cuenta de lo importantes que son, de que el mundo puede ser mejor porque ellos forman parte de él.
  30. Tu influencia en la vida de tus alumnos tiene resultados positivos ¡Da gracias por ser profesor!



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